jueves, 7 de febrero de 2008

Camino a ultramar



El próximo 9 de Marzo los españoles tenemos una cita con las urnas. Las campañas y promesas electorales se suceden y muchos son los que ya tienen seguro su voto. Sin embargo, hay un pequeño sector de la sociedad que aun permanece en la reflexión. A ellos, va el balance político, dividido por capítulos, que haré hasta el día de las elecciones.

El titulo de esta serie de artículos, “camino a ultramar”, responde a mi tesis de que en España no solo estamos peor que hace 4 años, sino que la forma de ver la política, el intervencionismo desmesurado tanto económico como jurídico, las promesas caciquistas, y el amiguismo burocrático, están haciendo que España se aleje de la democracia occidental liberal, y se acerque a modelos populacheros-pragmáticos característicos de los antiguos territorios de ultramar.


Parte 1 - Aquellos maravillosos años


Aun tengo el recuerdo de cuando España era la envidia de medio mundo; crecíamos económicamente a un ritmo imparable, nos relacionábamos geopolíticamente con los países democráticos mas poderosos del globo, teníamos una idea clara de lo que es nuestra gran nación y le plantábamos cara, asumiendo riesgos, al mayor enemigo que tenemos actualmente, el terrorismo.

En esos años, 1996-2004, el gobierno Aznar consiguió además, lo que muchos habían predicado pero ninguno había conseguido, que los españoles nos creyéramos, de una vez por todas, que somos un país de primera y que cuando en política se aplican los principios y valores liberales somos imparables.

No obstante, a pesar de los intentos que hicieron, no consiguieron consolidar algo fundamental para todo país que quiera seguir creciendo tanto económica como intelectualmente, no consiguió formar y fomentar el espíritu critico de los españoles, y eso, desgraciadamente, la inmadurez política de los españoles, fue lo que hizo justamente que perdieran las elecciones y que en estos momentos nos encontremos ante una situación de difícil solución.

A pesar de que la crisis económica actual ha sido informada desde hace ya largo tiempo por altas esferas internacionales y por prestigiosos analistas financieros, y a pesar de que todo el mundo, desde agricultores hasta abogados, saben que nos encontramos ante una situación de inestabilidad y de serio riesgo. Me sigue impactando comprobar como los únicos que no se quieren dar cuenta de que estamos en una situación realmente critica sean los miembros del gobierno.

Frente a la actual situación económica; drastica subida del numero de parados, inflación en 4.4 puntos (de las mas altas de Europa), crisis inmobiliaria, perdida notable de la capacidad adquisitiva de las economías domesticas, paralización del sector servicios, bienes de primera necesidad convertidos en bienes de lujo para bolsillos modestos, la política del gobierno se ha encaminado hacia dos direcciones: La primera ha sido subir los impuestos a todos los españoles, algo muy característico en la izquierda española, a pesar de que es la medida económica mas antisocial. Y la segunda ha sido aludir reiteradamenta a que la economía española es fuerte y puede aguantar esta situación “pasajera”.

Por mi parte, ignoro si la economía española aguantara o no el peso de la crisis. Lo que se a ciencia cierta, es que la herencia económica que dejo el equipo de gobierno Aznar ha sido el sustento y la salvación de estos ultimos 4 años y que de esa herencia se han servido los socialistas para hacer cuadrar sus balances y crear sus propuestas.

A lo largo de la historia a la izquierda española se le ha caracterizado por ser intolerante, profundamente beligerante, claramente anticlerical, muchas veces acomplejada, y fuertemente pragmática y demagoga. Sin embargo, la mayor característica que ha tenido y tiene la izquierda en nuestro país es, sin lugar a dudas, su extraordinaria capacidad para crear crisis economicas.



Roque F. Adrada

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