miércoles, 17 de marzo de 2010

Este...es el hombre que duerme con mamá

Bien es sabido que hay grandes diferencias entre un profesor y un maestro. Posiblemente el profesor enseñe y del maestro de aprenda. A lo largo del tiempo que llevo en el IE, he tenido a muy buenos profesores, y a cuatro maestros. Cuando me he levantado esta mañana eran tan solo tres, pero ahora, ya son cuatro.


Hoy, en un clase informal a primera hora de la tarde, en cuestión de 40 minutos, un antiguo gran directivo, nos ha hablado de su vida, de su experiencia y del porqué, no teníamos que elegir su camino. Ha sido, tan real, tan claro, tan jodidamente sincero, que he sentido el esfuerzo físico y psicológico que debió ser trabajar 15 horas al día, 7 días a la semana. El final de su historia, ha sido feliz, decidió marcharse, recibir una indemnización millonaria, y dedicarse a lo verdaderamente importante, mujer, hijos, amigos, y un trabajo que aporte valor a la vida, profesor.


Sin embargo, no todas las vidas acaban así. En una conferencia donde estaba un alto ejecutivo del sector de la consultoría, comentaba que su hijo hasta los 6 años, pensaba que su padre era piloto de aviones, el directivo en cuestión lo dijo orgulloso, mientras otros, como yo, sentimos una profunda pena. Y es que, qué triste, que la vida, la felicidad y la ilusión para algunos, sea solo ascender en lo laboral, por supuesto entendible, pero hasta cierto punto. Desde mi punto de vista, ascender, es conseguir que tu mujer te siga besando como el primer día, ver el primer gol de tu hijo, enseñarle a dividir entre 2, ver cómo llega a la universidad, conocer a su primera novia…Eso, sí que es ascender; lo demás, son meros adornos de la vida.



Roque F. Adrada

4 comentarios:

Ramiro dijo...

Claro que todas las historias no acaban con indemnizaciones millonarias Sr. Roque...

La felicidad es subjetiva y sobre todo hay que ganársela.

Roque F. Adrada dijo...

Totalmente de acuerdo don Rama. Ganarse la vida implicar esforzarse. Por supuesto que nos tocará a nosotros estar interminables jornadas laborales al frente de la empresa, primero, para aprovechar lo aprendido, y segundo, para ganar un sueldo acorde a nuestro esfuerzo. Sin embargo, cuando el esfuerzo y el salario, rozan niveles de los absurdo (la nomina de este señor podía ser de 300.000 euros al año), lo mejor es poner el freno. Al menos si quieres compaginar, vida familiar con vida laboral.

Anónimo dijo...

olé

Eduardo Cariñena Burbano dijo...

roquito me alegra mucho ver este comentario. y por supuesto que la felicidad es subjetiva y cada uno tiene su camino para alcanzarla, pero cual es una felicidad verdadera?
en este tema freud te diría que la privación de deseos hace a las personas más libres y posiblemente más libres. creo que has tocado un tema importante en la sociedad occidental y que creo que hemos hablado muchas veces. ¿el progreso nos ha hecho felices?¿la necesidad de saciar deseos nos hace más felices?

repito, me alegra muchisimo verte escribir así...
a veces hay que elegir entre exito profesional o exito familiar. saber equilibrarlo no es facil y se necesita mucha generosidad en tu compañero/a